Rescatando de la videoteca a uno de mis directores favoritos, hoy me encontré Mar adentro, de Alejandro Amenábar. La historia verídica de Ramón Sampedro, en busca de la eutanasia para sí mismo, es el pretexto de Amenábar para hacer un relato fílmico con la profundidad que lo caracteriza. Las imágenes, los personajes, las intenciones y una excelente actuación de Javier Bardem, hacen de esta película uno de mis platillos preferidos.
Aquí el poema de Sampredro que le da título a la película y que es uno de los muchos elementos que la embellecen:
Mar adentro
Ramón Sampredro
Mar adentro, mar adentro,
y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños,
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.
Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno,
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo;
es como penetrar al centro del universo:
El abrazo más pueril,
y el más puro de los besos,
hasta vernos reducidos
en un único deseo:
Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras:
más adentro, más adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.
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